Las lombrices de tierra se cuentan entre los animales más importantes del planeta para el ser humano. Además de sustento para multitud de animales, son auténticas “ingenieras de los ecosistemas” y su papel en la producción agrícola mundial es fundamental. Los datos no dejan lugar a dudas: el 6,5% de la producción mundial de cereales (maíz, arroz, trigo, cebada) y el 2,3% de la de leguminosas depende de las lombrices de tierra.
Esos porcentajes equivalen a más de 140 millones de toneladas de alimentos al año, una cantidad similar a la producción de Rusia, cuarto en el ranking mundial. La contribución sede las lombrices de tierra es especialmente notable en el el hemisferio sur: aportan el 10% de la producción total de cereales en el África subsahariana y el 8% en América Latina y el Caribe.
Era conocido desde la antigüedad el relevante papel de las lombrices de tierra (familia Lumbricidae) en el crecimiento de las plantas de numerosas maneras; sin embargo, no se había cuantificado hasta ahora su contribución a la producción agrícola mundial.
Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Colorado, en los Estados Unidos, ha analizado en profundidad los impactos de estos anelidos en la producción global de cultivos clave, analizando mapas de abundancia de lombrices, propiedades del suelo y rendimiento de los cultivos, junto con las respuestas de la literatura científica sobre el rendimiento de estos animales.
Los hallazgos de este equipo cuantifican por primera vez la contribución de un organismo beneficioso del suelo a la producción agrícola global. “Si bien el efecto de las lombrices de tierra es notable, sospechamos que otra biota del suelo puede ser igualmente importante. Se necesitan más estudios”, señalan los autores del estudio, publicado en la revista ‘Nature Communications’.
Sostenibilidad y resiliencia
“Para ser claros, no abogamos por la inoculación generalizada de lombrices de tierra en regiones donde actualmente no están presentes, ya que esto podría tener consecuencias ecológicas indeseables para las áreas naturales adyacentes”, indican los investigadores.
“En lugar de ello, sugerimos invertir en investigación continua y promoción de prácticas de gestión agroecológica que mejoren comunidades biológicas enteras del suelo, incluidas las lombrices de tierra, a fin de apoyar una amplia gama de servicios ecosistémicos que contribuyan a la sostenibilidad y resiliencia a largo plazo de la agricultura”, subrayan.
El estudio aclara que las lombrices de tierra ayudan a establecer “suelos saludables“, apoyando el crecimiento de las plantas de múltiples maneras: construyendo una buena estructura del suelo, contribuyendo en la captura de agua y ayudando en la beneficiosa rotación de materia orgánica que hace que los nutrientes estén más disponibles para las plantas.
Otras investigaciones habían demostrado previamente que las lombrices de tierra facilitan la producción de hormonas promotoras del crecimiento de las plantas y ayudarlas a protegerse contra los patógenos comunes del suelo. Algunas estimaciones indican que las lombrices de tierra pueden aumentar la productividad general de las plantas en aproximadamente un 25%.
Los tres investigadores Steven Fonte –autor principal–, Nathan Muelle y Marian Hsieh estimaron la contribución de las lombrices de tierra a la producción mundial de alimentos superponiendo y analizando mapas de su abundancia, propiedades del suelo, dosis de fertilización y rendimiento de los cultivos.
Sobre su mayor impacto en el África subsahariana, América Latina y el Caribe, Fonte considera “probable” que las lombrices de tierra hayan contribuido más en esas áreas “porque los agricultores allí tienden a tener menos acceso a fertilizantes y pesticidas“. En cambio, dependen más de materia orgánica rica en lombrices, como estiércol y residuos de cultivos, que ayudan a estimular el efecto beneficioso que tienen las estos animales en las plantas.
Mitigar la sequía y la erosión
“Las lombrices de tierra están contribuyendo mucho en estas áreas donde tenemos menos insumos químicos“, destaca el autor principal. Los investigadores analizaron los impactos de las lombrices de tierra en cuatro cultivos de cereales: arroz, maíz, trigo y cebada, y en un conjunto de legumbres que incluían soja, guisantes, garbanzos, lentejas y alfalfa, entre otras.
Fonte cree que la biodiversidad del suelo ha sido históricamente infravalorada y que espera que este trabajo atraiga más atención sobre cómo los suelos sanos pueden tener impactos positivos y tangibles en los cultivos.
“Si gestionamos nuestros suelos de una manera más sostenible, podremos aprovechar o aprovechar mejor esta biodiversidad y producir agroecosistemas más sostenibles. Este trabajo resalta ese potencial”, señala el investigador, que destaca que otras investigaciones recientes han demostrado que los suelos contienen hasta la mitad de la biodiversidad del mundo, un aumento significativo con respecto a estimaciones anteriores de aproximadamente el 25%.
“Los suelos son un hábitat muy complejo, pero en realidad ha habido muy pocos esfuerzos para comprender qué significa esa biodiversidad para el rendimiento mundial de nuestros cultivos”, expone.
La información revelada por estos investigadores podría tener implicaciones en esfuerzos futuros para mitigar la sequía y la erosión. Fonte pone un ejemplo: “Las lombrices de tierra mejoran la porosidad del suelo, ayudando en la beneficiosa captura y retención de agua“.
Aboga por una mejor gestión de la biología del suelo para mejorar la productividad agrícola y reducir la dependencia de los agroquímicos. “Los suelos siguen siendo una enorme caja negra que no entendemos del todo”, admite Fonte. “Este trabajo ayuda a mostrar que hay muchas oportunidades que simplemente estamos ignorando”, añade.
“Probablemente hay otros organismos del suelo que son aún más importantes, especialmente las comunidades microbianas“, concluye Fonte.
Estudio de referencia: https://www.nature.com/articles/s41467-023-41286-7
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